«¿Cómo ibas vestida?» es una pregunta que toda víctima de acoso y de abuso sexual ha escuchado al menos una vez al momento de contar su experiencia. Este interrogante, a pesar de lo que quienes lo formulan puedan pensar, lleva implícita una acusación a la víctima: que sus elecciones de vestuario influyeron en la situación que vivieron. ¿Más sencillo aún? Que ellas, por usar ciertas prendas, son culpables de la agresión.
Es por esto que Jen Brockman, directora del Centro de Educación y Prevención de Agresión Sexual de la Universidad de Kansas, y la Dra. Mary Wyandt-Hiebert, supervisora del Centro de Educación sobre violación de la Universidad de Arkansas, organizaron una exposición donde recopilan 18 conjuntos de ropa (17 femeninos y 1 masculino) que reproducen lo que usaban víctimas de violación en el momento de la agresión.
Cada atuendo se expone acompañado de una ficha, donde cada víctima narra su historia. Las víctimas cuyas historias se comparten en esta exposición son todas estudiantes de la Universidad de Kansas, donde inició la exposición el pasado mes de septiembre.
Los atuendos en sí son variados y aparentemente inocuos: suéteres, shorts, ropa deportiva, playeras de conciertos, pijamas, un difraz de «Campanita»… como explica Jen Brockman «no es la ropa la que causa la violencia sexual, es la persona la que causa el daño».
Para dejar claro esto, la exposición lleva por nombre «¿Cómo ibas vestida?» («What were you wearing?») a fin de crear conciencia sobre cómo esta pregunta culpabiliza a las víctimas. Las historias se recopilaron en entrevistas, foros anónimos y redes sociales, usando hashtags, y aunque originalmente se recopilaron 40 historias de violencia sexual contra estudiantes universitarios, se eligieron sólo 18 para presentar.
«Cuando los sobrevivientes de abuso sexual llegan a la muestra, es probable que piensen ‘Esta historia es parecida a lo que me sucedió a mí», explica Brockman. Esto, espera la organizadora, tal vez ayude a los sobrevivientes a encontrar paz.
Esta exposición se presentó en diversas universidades de EUA, como la de Arkansas e Iowa; los campus universitarios han sido señalados en últimos años como espacios donde las violaciones son comunes y muchas veces encubiertas por las autoridades escolares. Tras presentarse en su país de origen, la instalación viajó a Europa y fue exhibida en Molenbeek, Bélgica hasta el pasado 20 de enero.
Aunque no hay nuevas noticias sobre la siguiente parada de esta exposición, o incluso si habrá nuevas muestras, es de resaltar las posibilidades reales de «¿Cómo ibas vestida?» en la tarea de destruir los estereotipos sobre la cultura de la violación. Así, esperamos que poco a poco, el «¿Cómo ibas vestida?» sea una pregunta que ninguna víctima de agresión sexual deba escuchar de nuevo.
