El realizador mexicano Alejandro González Iñárritu dijo ayer que su instalación de realidad virtual Carne y arena busca ser un “intento de exploración de la condición humana”, en medio de una severa crisis migratoria mundial, más que responder a un proyecto político.
“Ante la retórica racista y la ignorancia, solo desde esta plataforma de historias, humanismo y tecnología es que yo puedo hablar. Esta batalla no nos las gana nadie”, expresó el ganador de cuatro premios Óscar durante la presentación de la instalación, que abrirá sus puertas en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco a partir del 18 de septiembre, donde podrá ser visitada por mayores de 15 años con un costo de 300 pesos.
Carne y arena (Virtualmente presente, físicamente invisible), que incluye el corto de seis minutos y medio de apenas duración, enfrenta al espectador con la vivencia de los migrantes mexicanos y centroamericanos en su intento por cruzar la frontera con Estados Unidos.
Esta experiencia sensorial inédita, que contó con la fotografía del laureado cinefotógrafo Emmanuel El Chivo Lubezki, es un trabajo inmersivo que potencia la empatía hacia estos viajeros. Está inspirado en historias reales para explorar la condición humana de los migrantes.
“A mí me encanta el que haya coincidido con esta realidad, bueno, me entristece, pero que esta instalación pueda, de alguna forma, desde esa plataforma humanística-artística poder hablar del tema, sin hablar de buenos o malos, y sin racismos, sin etnonacionalismos, sino hablar de las realidad complejas”, dijo el realizador.
