Estados Unidos tendrá acceso a todo lo que publiques y sabrá todo lo que haces

La Agencia Nacional de Seguridad estadounidense, conocida como NSA por sus siglas en inglés, tendrá desde ahora nuevos poderes para vigilar las comunicaciones electrónicas de todo el mundo. El congreso de los Estados Unidos ha aprobado extender la controvertida sección 702 de la conocida como Acta de Vigilancia de Inteligencia Extranjera, o FISA, en una votación.

Promulgada por primera vez en 1978, FISA es un conjunto de leyes federales que permite a las agencias de seguridad estadounidense recolectar y utilizar información procedente de potencias extrajeras en casos de espionaje o terrorismo. Es una ley extensa con muchas ramificaciones y la sección 702, una enmienda aprobada en 2008 por el ex-presidente George W. Bush, es uno de los puntos más controvertidos del texto.

Esta sección reconoce el poder la NSA para interceptar comunicaciones electrónicas sin necesidad de una orden judicial, tan sólo con un informe anual en el que se especifiquen los motivos por los que está activa la vigilancia.

La enmienda estuvo a punto de ser eliminada del texto durante la votación de la conocida como Acta de la Libertad de Estados Unidos de 2015, bajo el mandato de Obama, pero finalmente se pospuso su consideración hasta este año, cuando se cumple una década de su promulgación.

La nueva ratificación, que expande el programa durante seis años, ahora permite claramente a la agencia interceptar estas comunicaciones en masa. «Esto significa seis años más de acceso del FBI a las bases de datos recopiladas por la NSA, a los efectos de la aplicación de la ley doméstica. Una rutina que se aleja mucho de la justificación original de la seguridad nacional», denuncia Cindy Cohn, directora ejecutiva de la EFF.

Para complicar aún más las cosas, el nuevo texto es intencionadamente vago a la hora de exigir los datos que la NSA debe conocer para definir un «objetivo» en sus labores de vigilancia electrónica.

Antes necesitaba un número de teléfono, un correo electrónico o una cuenta específica en una red social, ahora basta con un nombre y sólo el Congreso de los EE.UU. tiene poder para exigir que pare una investigación si considera injustificada la medida.