Se oponen cadenas de cine rusas a activistas ultraortodoxos

Las cadenas Cinema Park y Fórmula Kinó, que forman la mayor red de cines de Rusia, anunciaron este viernes que proyectarán la controvertida película Matilda, pese a las amenazas y protestas de los activistas ultraortodoxos.

Los cines reconsideraron su decisión de exhibir la cinta debido a las medidas tomadas por las fuerzas de seguridad para rebajar la tensión creada por los detractores de Matilda, que aborda la relación prematrimonial entre el último zar y una bailarina.

Admitieron que su decisión de hace un mes de no proyectar la película fue difícil, arguyeron que estaba dictada exclusivamente por el temor por la seguridad de los espectadores y que cambiaron de opinión porque la situación se ha estabilizado.

El director de la película, Alexéi Uchítel, había adelantado esta semana a la prensa que las negociaciones para que la mayor red de cines del país reconsiderara su decisión estaban muy avanzadas.

Activistas ortodoxos entregaron esta semana 100 mil firmas de creyentes al Kremlin con la petición de que el Presidente ruso, Vladímir Putin, impida la proyección del filme.

El mismo número de firmas fue entregado a los representantes del patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kiril, quien ha criticado a los autores del largometraje por confundir la libertad creativa con las mentiras sobre figuras históricas.

Tanto la Iglesia Ortodoxa Rusa como la Casa Imperial rusa consideran una blasfemia hablar con tanta ligereza sobre ciertos aspectos de la vida del último zar, Nicolás II, santificado en el año 2000.

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