De inmigrante a candidata para la Asamblea de California

Wendy Carrillo no se avergüenza de su origen humilde. Para ella, lo que importa es lo que uno hace con su futuro, pues de inmigrante indocumentada en Estados Unidos, ahora es una de dos candidatos que se disputan un asiento en la Asamblea de California.

“Nos venimos cuando yo tenía unos cinco años de edad. Mi mamá trabajaba cuidando niños, mientras mi papá era cocinero de un restaurante chino”, dice Carrillo, quien creció en City Terrace, un pequeño vecindario en el Este de Los Ángeles con reputación pandilleril y muchas familias inmigrantes trabajadoras.

Al paso de los años, la adolescente que asistía a El Sereno Middle School, descubrió que no era ciudadana.

“Tenía 13 años cuando lo supe. Para ese entonces ya estaba consciente de que estar en este país sin documentos era ilegal. Conocía también el impacto como las deportaciones”, relató la joven originaria de El Salvador.

No obstante, el mismo día en que sus padres le revelaron por primera vez su estatus, ella estaba obteniendo su residencia.

“Tuve la suerte de recibir estos documentos a una temprana edad, pero desafortunadamente hay mucha gente que hasta ahora está sufriendo.

Particularmente, esto y otros factores como los derechos para una mejor educación, la seguridad y servicios de salud fueron detonantes al camino del activismo”, señala Carrillo.

En su adolescencia, la joven acudió Roosevelt High School, en donde tomó parte de una protesta contra la Proposicion 187, una medida electoral controversial, que buscaba frenar la inmigración ilegal y abordar sus costos, al cortar los servicios estatales para los indocumentados, incluida la atención médica y la educación pública.

“El participar fue algo muy natural. Un año antes había recibido mi residencia, pero sabía que con esta medida muchos familiares, amistades y vecinos sufrirían los impactos”, indicó la inmigrante, que antes de cumplir los 21 años se naturalizó estadounidense.

Carrillo también creció entre protestas, ya que uno de sus tíos estaba muy involucrado en el activismo. Su abuelo, explica la joven, era bracero y se alineaba con los pensamientos del líder César Chávez.

Sin embargo, no fue hasta que la estudiante se graduó del colegio y recibió una licenciatura de comunicaciones de Cal State Los Angeles, que empezó a tomar en serio la lucha.

“A los 27 años de edad, trabajé para el concejal José Huizar. Para ese entonces yo era coordinadora de comunicación. Entonces la política me interesó porque representaba a mi vecindario”, dice Carrillo.

Del 2008 hasta el 2011, la joven aprendió sobre política a nivel local.

No obstante, este mismo año tuvo una oportunidad de trabajar para el sindicato de SEIU ULTCW (ahora SEIU 2015), donde accedió a dirigir las comunicaciones y la organización en elecciones.

Asimismo, promovió la asistencia médica para todos, aumentos salariales, reforma migratoria, la crisis hipotecaria y muchos otros problemas que afectan a las familias trabajadoras en todo California.

“Me apasionó saber cómo se mueve el activismo, la justicia de los sindicatos y lo que pueden lograr con unión y perseverancia”, advierte Carrillo.

No obstante, la joven no había dejado su otra pasión como periodista, pues desde al 2005 hasta el 2016 fue la anfitriona del programa radial «Knowledge Is Power» en la estación Power 106-FM.

Tras un año de descanso, Wendy regresó para postularse como candidata al asiento de la Asamblea para el Distrito 51, que dejó vacante Jimmy Gomez (D-Los Ángeles) ahora en el Congreso federal.

Carrillo y Luis López,  ambos demócratas, pasaron a la segunda vuelta de las elecciones generales, cuya disputa se realizará el 5 de diciembre.

“En el país hablamos de tener muchas mujeres inmigrantes, una indocumentadas y otras refugiadas, pero no hablamos de que hace falta alguien que las represente en la política”, dice Wendy.

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