Hablemos de la estructura de las ciudades con el medio ambiente y la salud pública

Definitivamente la forma en la que nos movemos en nuestras ciudades está directamente relacionada con la calidad del aire de la cual gozamos o padecemos. En los últimos meses, la pandemia del Covid-19 ha cambiado la forma en que trabajamos, compramos y socializamos, lo que ha puesto en evidencia la relación que tienen la estructura de las ciudades con el medio ambiente y la salud pública.

Con esto se han manifestado problemas que con el tiempo hemos arrastrado y en ocasiones parecemos olvidar.

Los impactos que tienen sobre nuestra calidad de vida los medios de transporte a los que tenemos acceso y los que utilizamos cotidianamente, por gusto o por necesidad, están condicionados por la forma en la que están organizadas nuestras ciudades; asimismo, por la manera en que históricamente se ha gestionado el territorio.

En el Área Metropolitana de Guadalajara, con los años hemos visto a la ciudad crecer de manera acelerada, aumentando los precios de la vivienda, vaciando el centro y expulsando hacia las afueras a las personas que no pueden pagar una casa en la centralidad urbana.

Lo que es curioso es que pareciera que el transporte público y las ofertas de empleo no han crecido de la misma manera que la ciudad. Y esto tiene graves implicaciones para el medio ambiente. A medida que las ciudades se sigan expandiendo, las distancias serán más largas, teniendo como consecuencia que la movilidad por medio de transporte público no sea suficiente y se opte por el carro y a su vez por el aumento de emisiones.

Si retomamos algunos indicadores medio ambientales básicos, nos percatamos de que nuestro estado está muy por debajo de la meta deseada en materia de medio ambiente.

Según el MIDE (Monitoreo de Indicadores del Desarrollo de Jalisco) los días dentro de la norma conforme el promedio del Índice Metropolitano de la Calidad del Aire en Jalisco, este 2020, han sido solamente 6.