Carrie Fisher y su particular forma de lidiar con el abuso sexual

Carrie Fisher no tuvo una vida fácil y, aun así, sigue siendo un ejemplo meses después de habernos dejado sin su compañía.

Al comentar las novedades del escándalo de Harvey Weinstein en una emisora de radio de Arizona, Heather Ross, amiga de la actriz, contó una vivencia sobre el momento en el que descubrió lo sucia que era la industria y, de paso, la fortaleza de Fisher a la hora de defender a sus seres queridos.

Según cuenta Ross, en 1999 quedó con un productor ganador de Oscar (del que no ha dado nombre alguna) para hablar de un proyecto futuro. Él apareció en su coche y, tras unos minutos de trayecto, se excusó para parar, reclinó su asiento y se abalanzó sobre ella sin dar tiempo a una respuesta negativa que llegaría pasado el susto inicial.

Poco después comentó lo sucedido con su amiga Fisher en busca de consejo y, por lo que parece, la líder rebelde no lo dudó. Se presentó en las oficinas del productor con una caja envuelta e insistió hasta que pudo dar con él. Le entregó el presente en persona y esperó a que lo abriese.

“Era una lengua de vaca de la carnicería Jerry’s Famous Deli con una nota que decía: ‘Si vuelves a tocar a mi querida Heather o a cualquier otra mujer de nuevo, la siguiente entrega será de algo que te pertenece y vendrá en una caja mucho más pequeña’”, cuenta emocionada Ross. “Así era ella”.