Ricardo Anaya acusa a Peña Nieto de orquestar “brutal ataque” para intentar sacarle de la carrera presidencial

El candidato Por México al Frente a la presidencia del país norteamericano, Ricardo Anaya, ha denunciado este domingo en una escueta comparecencia de prensa sin preguntas el “brutal ataque emprendido por el Gobierno de Enrique Peña Nieto” en su contra para, a su juicio, “intentar sacarle” de la carrera electoral “mediante el uso faccioso e ilegal de instituciones como la PGR [Procuraduría General de la República, fiscalía]”. Los sondeos sitúan a Anaya como segundo máximo favorito para llegar a Los Pinos en las elecciones de julio solo por detrás de Andrés Manuel López Obrador (Morena).

Anaya, el candidato mexicano que menos rechazo genera en las encuestas

“Son instituciones que deberían estar al servicio de la República y no del PRI [el partido en el Gobierno]”, ha continuado el aspirante presidencial, rodeado por la plana mayor de su formación (el PAN, centroderecha) y el resto de partidos que integran la coalición electoral de la que es cabeza de cartel (el progresista PRD y el centrista Movimiento Ciudadano). “Es una grave amenaza a la democracia: hoy es contra mí, mañana puede ser contra otro candidato o candidata, o contra un ciudadano opositor al régimen. Y esto no lo debemos permitir”, ha subrayado en un céntrico hotel de la capital mexicana.

Anaya, de 39 años, atraviesa un momento crítico en su apuesta presidencial tras haberse visto golpeado de lleno por una polémica sobre la venta de una nave industrial propiedad de su familia, en su Querétaro natal (centro de México), en la que se habrían usado recursos provenientes de una red encargada de lavado de dinero. Poco después de que se revelase ese supuesto escándalo, la PGR hizo público un vídeo en el que el aspirante se negaba a declarar e insultaba de forma indirecta a un funcionario. Muchos analistas mexicanos ven en la difusión de esas imágenes un intento de “guerra sucia” del PRI contra Anaya, haciendo uso de una de las principales instituciones del Estado.

El candidato ha afirmado este domingo tener “muy clara” la razón de los ataques: su “compromiso”, ha remarcado, de “romper el pacto de impunidad y castigar la corrupción”. “Increíblemente, y para sorpresa de muchos, [Andrés Manuel] López Obrador ya prometió perdonar a Enrique Peña Nieto y todos sus colaboradores”, ha señalado Anaya en referencia a la promesa de su rival en la carrera presidencial de no emprender una “persecución” política ni una “venganza” si llega a la jefatura del Estado y del Gobierno.

“Mientras no haya consecuencias, no se va a acabar el problema de corrupción”, ha proseguido Anaya al tiempo que enunciaba los “graves señalamientos” que pesan sobre el Ejecutivo priista: desde el escándalo de la Casa Blanca (la mansión que Peña Nieto y su esposa tienen en una de las zonas más lujosas de la Ciudad de México, que fue construida y vendida por un empresario favorecido con más de 80 contratos en la actual Administración) hasta el caso Odebrecht o los supuestos desvíos de dinero del hoy aspirante presidencial del PRI José Antonio Meade cuando estaba al frente de la Secretaría de Desarrollo Social.

“A pesar de los ataques del Gobierno en mi contra yo no voy a cambiar mi posición, y hoy reitero mi compromiso de consolidar una fiscalía autónoma y apartidista que sea acompañada por una comisión de la verdad con asistencia internacional para investigar los señalamientos de corrupción del Gobierno de Peña Nieto”, ha concluido Anaya. “Señor presidente: le digo, con respeto, serenidad y firmeza ‘así no’. Saque las manos del proceso electoral y deje que el pueblo de México elija en completa libertad”.