El presidente Andrés Manuel López Obrador ha estado trabajando para romper el estigma social contra los jóvenes que no estudian ni trabajan. Lo hizo dirigiendo los esfuerzos del gobierno hacia la provisión de puestos de trabajo y oportunidades educativas para ellos, pero su intención era originalmente sólo abordar la causa detrás de las altas tasas de desempleo juvenil y la deserción escolar a través de dos programas emblemáticos: uno que ayuda a financiar las organizaciones que ofrecen actividades como la formación deportiva; otro que ofrece préstamos con bajas tasas de interés para que los inclinados puedan iniciar sus propios negocios.
