El 13 de octubre de 2014, tres estadounidenses y un mexicano fueron detenidas de forma ilegal y después ejecutadas arbitrariamente por elementos de la Marina con la complicidad de policías locales en Matamoros, denunció la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
En una recomendación que emitió a diversas autoridades mexicanas, se pidió reparar al daño causado a los familiares de las víctimas de desaparición forzada y apoyarlos jurídica y psicológicamente.
El caso llegó al organismo defensor de los derechos humanos porque el padre de tres de las cuatro víctimas presentó una queja un día después de la desaparición. El señor contó que sus hijos vivían en un poblado de Texas, en Estados Unidos, y ese día, en territorio mexicano, dos de ellos (de 21 y 22 años) salieron de su casa en Matamoros, para encontrarse con su hermana de 26 años. El plan era cruzar la frontera con rumbo a Progreso, Texas, donde residían.
En las inmediaciones del puente internacional Los Indios, que comunica los Estados de Tamaulipas y Texas, los tres chicos fueron detenidos en un retén de revisión que mantenían policías y marinos. De acuerdo a testimonios recabados por la comisión, ese día los tres estadounidenses se encontraban reunidos con un mexicano. Los cuatro fueron subidos a un coche blanco después de ser revisados por los marinos y los policías y les taparon los ojos con cinta adhesiva.
Un testigo declaró a las autoridades ministeriales que presenció el rapto de los cuatros jóvenes a manos de los marinos. «De una camioneta azul se bajaron los cuatro marinos apuntándoles con las armas largas a los muchachos, veo que uno de los marinos que traía tapada la cara, traía un celular en su mano izquierda y decía ´éstos son los que nos vienen reportando desde que salimos de Control´. No sé con quién hablaba, pero esto lo hizo como cinco veces, luego vi que los marinos les hacían preguntas a los jóvenes. Ahí estuvieron como media hora, les revisaron los carros, después vi que uno de los marinos que venía en la camioneta azul subió a uno en el asiento de atrás y llevaba las manos hacia atrás», contó
Los cuerpos de las víctimas fueron localizados el 29 de octubre de 2014 en una brecha en Matamoros. La investigación ministerial aún no ha concluido, pero el organismo defensor ha acusado a los agentes locales y a los marinos en su recomendación de los delitos de detención arbitraria, desaparición forzada y ejecución arbitraria. También denunció la omisión de policías federales que presenciaron la aprehensión, pero no la registraron en sus bitácoras ni la reportaron a sus superiores.
