Corea del Norte lanzó el miércoles una veintena de misiles, uno de los cuales sobrevoló la frontera marítima coreana y activó las alarmas antiaéreas. Es la primera vez en la historia que hacen un disparo de prueba tan cercano.
Corea del Norte se ha estado quejando de los ejercicios militares de EE.UU. con Corea del Sur desde hace algún tiempo, el día anterior al bombardeo los líderes habían declarado desde la capital de Pyongyang, que no están contentos con las acciones militares de Estados Unidos y la participación de sus aliados en estos ejercicios le ha hecho reaccionar en consecuencia diciendo que si continúa Corea del Norte responderá de igual manera.
El presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, expresó su enfado por el lanzamiento del misil, que calificó de «acto especialmente imprudente» que representa una amenaza adicional para la paz en el noreste de Asia. Esta vez Corea del Sur ha decidido devolver con fuego al ordenar el lanzamiento de tres misiles aire-superficie en aguas internacionales cerca de su frontera marítima y cerrar varias rutas para los vuelos, tal y como indicó el anuncio del Ministerio de Transportes.