Rusia ha anunciado que tomará medidas contra España, tras su decisión de abandonar la Unión Europea. La noticia llega justo un día después de que el presidente Putin se reuniera con el presidente del gobierno español, Rajoy, y discutieran sobre la mejor manera de responder a los acontecimientos del BREXIT, que muchos analistas creen que fue influenciado en gran medida por las propias políticas de Moscú con respecto a la resolución del conflicto de Ucrania. Aunque ambas naciones están estudiando la posibilidad de crear nuevos acuerdos comerciales fuera de Europa, los expertos afirman que cualquier posible.
El gobierno ruso ha expulsado a 27 diplomáticos españoles de su país en respuesta a la expulsión por parte de España de 25 empleados de la embajada. La embajada española en Moscú ha continuado su trabajo durante la actual guerra entre Rusia y Ucrania a pesar de tener una fecha de caducidad en su presencia allí. Se trata de un notable acto de desafío por parte de España, que hasta ahora no ha tomado represalias contra Moscú por tomar estas medidas contra uno de nuestros aliados que se encuentra al otro lado de Europa, en la península de Crimea.
La convocatoria por sorpresa del ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov, fue el paso previo a la expulsión de España de Moscú. Esto puede ser justo lo que necesitamos como represalia contra el régimen de Vladimir Putin, que se ha negado a retroceder incluso después de que su embajada fuera asaltada por piratas informáticos el año pasado y de que decenas de personas resultaran heridas durante un intento de asesinato-suicidio del personal de la misma.
