Política y comunidades indígenas: Las Abejas en los Altos de Chiapas #Parte1

José Vázquez Entzin sabía que cualquier día podían detenerlo, incluso esperaba cosas peores. Es integrante de Las Abejas de Acteal –organización que sufrió la masacre de 45 personas en 1997 a manos de paramilitares– y vive en Los Chorros, una de las cunas del paramilitarismo en Los Altos de Chiapas.

El pasado sábado por la tarde, Vázquez Entzin fue detenido por habitantes de su comunidad quienes lo acusaron de utilizar un camino para llevar arena a su casa, un derecho que le había sido retirado por negarse a participar en programas asistenciales gubernamentales, según informaron Las Abejas en un comunicado.

Un día después de su detención, el Consejo Indígena de Gobierno (CIG) del Consejo Nacional Indígena (CNI) emitió un comunicado exigiendo la liberación de Vázquez Entzin y denunciado la detención de ocho personas más el domingo por la tarde en la comunidad de Los Chorros, “por solidarizarse” con su compañero.

Vázquez Entzin además es integrante del Consejo Nacional Indígena, que actualmente impulsa la campaña presidencial de María de Jesús Patricio.

En una entrevista realizada desde su casa a finales del año pasado, José explicó a Animal Político que las 12 familias integrantes de Las Abejas que viven en Los Chorros, vivían bajo presión. Incluso señaló que el paramilitarismo está vigente con la participación de personas que ejecutaron la masacre de 1997.

Las Abejas aseguran que los programas del gobierno son parte de una estrategia que desbarata el tejido social en las comunidades indígenas y que se aplica desde el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

José ha rechazado apoyos de salud, vivienda y servicios básicos justamente por ese principio que tienen Las Abejas: no recibir “proyectos de burla a nuestra dignidad porque son parte de la estrategia de contrainsurgencia”.

Los problemas más graves para José y su familia comenzaron en noviembre de 2015 cuando se opusieron a la instalación de un drenaje. Las represalias que tomó “la gente” (así llama él a los paramilitares) llegaron pronto.

“La gente llegó a nuestra casa, tiraron piedra a mi casa, hasta gritaron ‘sal José, si eres hombre’”, contó Vázquez Entzin desde su casa donde trabajaba con su telar fabricando textiles.

Las familias de Las Abejas en Los Chorros han optado por procurarse sus propios servicios. José, por ejemplo, tiene su propio sistema de recolección de agua que ha sido blanco de actos vandálicos.

Este pensamiento y resistencia de nuestros compañeros les ha costado mucho”, señalaron Las Abejas en su comunicado.

 

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