Nadie está salvo, ni siquiera el Ejército de Estados Unidos. Por mucho dinero que inviertan para mantener en secreto la ubicación de sus bases militares, una app deportiva ha sido suficiente para desvelar dónde se encuentran las bases estadounidenses. Un agujero de seguridad en toda regla que el Pentágono ya está analizando.
Los detalles han sido publicados por Strava, una red social basada en Internet y GPS enfocada a deportistas que cuenta con una aplicación de seguimiento GPS, en un mapa de visualización de datos que muestra toda la actividad rastreada por los usuarios de su aplicación, que permite a las personas grabar sus ejercicios y compartirlos con otros.
El mapa, publicado en noviembre de 2017, muestra todas las actividades que se han subido a Strava. Más de 3 billones de puntos de datos GPS individuales. La aplicación se puede usar en varios dispositivos, incluidos los smartphones y los rastreadores de fitness, como Fitbit, para ver rutas de carreras populares en las principales ciudades, o detectar individuos en áreas más remotas que tienen patrones de ejercicio inusuales.
Sin embargo, ha sido este fin de semana cuando los analistas militares percibieron que el mapa también es lo suficientemente detallado como para proporcionar información extremadamente confidencial sobre algunos usuarios de Strava: personal militar en servicio activo. Si los soldados usan la aplicación como lo hacen las personas normales, al activar el seguimiento cuando van a hacer ejercicio, podría ser especialmente peligroso.