La laguna quedó dividida por la construcción de un terraplén sobre el que se hizo un camino para el paso de camiones que van o vienen de fábricas locales.
Hace varios meses la gente comenzó a advertir el cambio de color del agua en un lado del camino y la mortandad de peces y aves. Acudieron a las autoridades ambientales locales para que tomaran muestras del líquido.
“Hace tres meses que murieron todos los peces de la laguna, miles y miles”, dice Herminia Meza, vecina de la zona. “El olor fue inaguantable y nos arrasaron las moscas, y desde hace un mes murieron las garzas y se puso todo de este color”.
Francisco Ferreira, técnico del Centro Multidisciplinario de Investigaciones Tecnológicas de la Universidad Nacional de Asunción y quien tomó las muestras, explica que el color del agua se debe a la presencia de metales pesados como el cromo, utilizado de manera ordinaria en el curtido de pieles.
La curtiduría Waltrading, S.A., se ubica en una orilla de la laguna.
“Haremos los análisis y pasaré mi informe a Asesoría Jurídica”, declaró Rosa Morel, procuradora del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sustentable, al medio digital “abc”. “Hay una curtiduría detrás y definitivamente es la curtiduría la que contamina”.
La funcionaria añadió que en una visita anterior los expertos constataron la existencia de una tubería que proviene directamente de la fábrica y vierte los desechos en la laguna. Señaló que la principal exigencia de las autoridades a la compañía es que construya una planta de tratamiento de residuos.