Un jurado federal de Pittsburgh ha condenado a Robert Bowers a pena de muerte por la masacre ocurrida en una sinagoga en 2018, en la que murieron 11 personas.
Robert Bowers, responsable de la trágica masacre en una sinagoga de Pittsburgh en 2018, ha sido sentenciado a pena de muerte por un jurado federal tras ser declarado culpable en junio de 63 cargos federales, incluyendo asesinato múltiple y delito de odio. En el ataque, 11 personas perdieron la vida, convirtiéndose en el peor acto antisemita en la historia de Estados Unidos.
El jurado ha deliberado durante aproximadamente 10 horas para tomar su decisión, que debía ser unánime para imponer la pena de muerte. De no haberlo sido, Bowers habría recibido cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Sin embargo, la decisión unánime del jurado ha llevado a la sentencia de pena capital para el autor de la masacre.
Bowers, de 50 años, llevó a cabo el ataque dentro de la sinagoga del Árbol de la Vida mientras gritaba «todos los judíos deben morir». Con un fusil de asalto AR-15 y tres pistolas, perpetró el tiroteo indiscriminado que dejó, además de las 11 víctimas mortales, seis heridos, incluyendo a cuatro agentes de Policía.
La masacre en el barrio históricamente judío de Pittsburgh dejó una profunda huella en la comunidad y es considerada uno de los ataques más mortíferos contra judíos en la historia de Estados Unidos. Bowers fue identificado como el autor del ataque y se comprobó que había publicado comentarios antisemitas en sus redes sociales, lo que añadió un componente de odio y premeditación a sus acciones.
Con esta sentencia de pena de muerte, se busca llevar a cabo una justa consecuencia para el autor de este atroz acto y enviar un mensaje claro sobre el rechazo a la violencia y la intolerancia en la sociedad estadounidense.
