Apenas hace unas semanas la publicación W la eligió como una de las actrices que hacen que la televisión sea más sexy (mientras que yo pensaba: ¡¿qué demonios?! ¡Solo tiene 13 años!).
Una publicación compartida por Millie Bobby Brown (@milliebobbybrown) el 11 de Oct de 2017 a la(s) 7:43 PDT
Millie “compartía” la lista con actrices como Nicole Kidman (de 50 años), Keri Rusell (de 41), o Brit Marling (de 35).
Esta semana, Mara Wilson, actriz que dio vida a Matilda, dedicó unas palabras a todos aquellos que insisten en sexualizar a la niñez:
Me sentí enferma, después me sentí furiosa. Una niña de 13 años no ha crecido todavía. E incluso, aunque ella fuera lo que nosotros consideramos adulto, eso no es noticia.
La actriz dijo sentirse muy identificada con Millie, porque también ella, cuando era una preadolescente, fue cruelmente sexualizada.
Una de esas duras experiencias fue recibir la carta de un fan cuando ella tenía 15. En el texto, el sujeto le decía que amaba sus piernas, e incluso, le pedía permiso para tener una copia de sus labios en la cartera.
Lo que realmente está en juego es la inclinación pública espeluznante e inapropiada para sexualizar a los jóvenes en los medios. No necesitamos perpetuar la cultura de deshumanización que Hollywood ha permitido.
Lamentablemente Millie y Mara no son las únicas en ser sexualizadas. El compañero de Bobby Brown, Finn Wolfhard (que interpreta a Mike Wheeler en la serie), también fue acosado… Por una actriz de 27 años.
Una publicación compartida por Finn Wolfhard (@finnwolfhardofficial) el 29 de Oct de 2017 a la(s) 12:49 PDT
Se trata de Ali Michael, de 27 años. La conocida “Princesa punk del mundo de la moda”, dirigió este mensaje al jovencito de 14 años:
No es por rara, pero llámame en cuatro años.
A nadie le pareció gracioso el comentario, tanto que un día después, la joven tuvo que pedir disculpas públicas.
La sexualización de la niñez NO es algo NORMAL; tampoco debiera ser aceptado socialmente.
Sumémonos a voces como las de Mara Wilson para denunciar este tipo de abusos que pueden repercutir en la salud emocional de los pequeños.