El martes por la noche, el ejército ruso anunció que 89 soldados habían muerto en un ataque con proyectiles ucranianos contra un edificio en Makiivka, que fue causado por el uso no autorizado de teléfonos móviles por parte de las tropas.
El teniente general Sergei Sevryukov declaró que las señales telefónicas permitieron a las fuerzas de Kiev lanzar el ataque y que se han tomado medidas para prevenir futuros incidentes.
El ataque se produjo un minuto después del comienzo del nuevo año y es uno de los más mortíferos contra las fuerzas del Kremlin desde el inicio de la guerra. Ha provocado renovadas críticas dentro de Rusia sobre cómo se está llevando a cabo la guerra en medio de una exitosa contraofensiva ucraniana
Funcionarios de los servicios de inteligencia británicos sugirieron el miércoles que las prácticas militares «poco profesionales» de Moscú podrían ser en parte responsables del elevado número de muertos en Makiivka, ya que es probable que la munición se almacenara cerca de donde vivían los soldados
El líder de la región de Donetsk nombrado por el Kremlin elogió el miércoles a los soldados rusos muertos y afirmó que algunas víctimas trataron a sus compañeros desde el edificio en llamas antes de sucumbir ellos mismos.
