El viceprimer ministro de Polonia, Piotr Glisnki, aplaudió hoy la decisión del presidente, Andrzej Duda, de ratificar la polémica ley sobre el Holocausto que permite penar con cárcel el uso del término «campos de concentración polacos» o acusar al país de complicidad en el Holocausto.
Duda firmó anoche la ley y la remitió al Tribunal Constitucional para determinar si su contenido vulnera la libertad de expresión, como han denunciado las autoridades israelíes, que creen que la norma dificultará la investigación de historiadores y la información publicada por medios de comunicación.
La decisión del presidente ha sido «muy buena», afirmó Glinski en declaraciones a la emisora RMF Fm, donde aseguró que el Gobierno, liderado por el partido nacionalista Ley y Justicia, seguirá trabajando en políticas educativas para mostrar la «verdad histórica» del genocidio al pueblo judío durante la Segunda Guerra Mundial.
Varsovia lleva años luchando contra el uso de la expresión «campos de concentración polacos», que a menudo aparece en medios de comunicación extranjeros para referirse a los centros de exterminio que los nazis ubicaron en la Polonia ocupada durante la guerra.
Israel ha criticado esta ley con dureza, al considerar que intenta «desafiar la verdad histórica» y que puede difuminar la complicidad, directa o indirecta, de sectores de la sociedad polaca en los crímenes contra los judíos.
Ayer el Gobierno israelí lamentó la ratificación de la norma y mostró su confianza en que ésta sea finalmente modificada.
«Estamos satisfechos de que la reacción de Israel haya sido moderada», explicó Glinski, quien eludió confirmar si se introducirán cambios en la ley, como pretende ese país de Oriente Medio, «ya que acaba de ser aprobada y es pronto para mirar más allá».