La columna que Armando Ríos Peter publicó el lunes, en la página 11 del Excelsior, es un adelanto de la renuncia que estará dando hoy a las 10:00 horas en la rectoría de la Universidad de Las Américas Puebla.
El propósito de retirarse de la organización, liderada por Horacio Magaña, es evitar que la contraparte siga justificando el regreso de docentes y alumnos a las clases presenciales.
Adelantó en su columna de prensa: “Estoy abierto a cualquier propuesta que nos permita, más allá de cargos y disputas judiciales, que se resuelva el problema que aqueja a la universidad. Los estudiantes y maestros no se merecen engaños ni manipulaciones.”
Ahora viene la prueba definitiva para la Fundación Jenkins, que mantuvo el control de las cuentas bancarias y pedía la reapertura de los campus.
Sin Armando Ríos Peter en esta batalla legal, ¿qué otra situación podría justificar el retraso en el regreso a clases? Honestamente ninguna.
