Luego de condenar la riña en el penal de Cadereyta, Nuevo León, con un saldo de 16 internos fallecidos, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en México (UNODC) y la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) hicieron un llamado a las autoridades de ese estado a conducirse en una investigación pronta que esclarezca los hechos.
Entre la noche del lunes y la madrugada del martes se registraron disturbios en el penal por parte de internos pertenecientes a organizaciones criminales antagónicas con un saldo de 30 heridos, horas después el gobierno anunció el control de la situación.
Al respecto, la UNDOC y la ONU-DH enfatizaron que en las autoridades recae la responsabilidad de acreditar, mediante una investigación pronta, exhaustiva, independiente e imparcial, si se llevó a cabo un uso de la fuerza ajustado a la ley.
“Resulta imprescindible que se ponga fin a los brotes de violencia al interior de los centros de privación de libertad de Nuevo León, investigando de manera efectiva los hechos sucedidos con anterioridad en los penales de Topo Chico, Apodaca y en el propio Cereso de Cadereyta”, señalaron.
Mencionaron que la investigación debe ser pronta y respetuosa al debido proceso que otorgue justicia a las víctimas y a sus familiares; además precisaron que se debe garantizar que no vuelvan a ocurrir ese tipo de hechos.
“Las agencias de Naciones Unidas firmantes hacen un respetuoso recordatorio a las autoridades respecto a las obligaciones especiales que tiene el Estado mexicano en su posición de garante frente a las personas privadas de la libertad, teniendo presente lo dispuesto en las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos, conocidas como las “Reglas Mandela”, agregaron.