
Los medios de comunicación de Puebla, México, se preparaban para un gran acontecimiento el viernes. Habían firmado contratos de publicidad con la administración del morenista Miguel Barbosa y recibieron una inesperada llamada de atención de la Coordinación de Comunicación: «¡El gobernador no cedió!» A pesar de este desafío a su poder en lo que respecta a la UDLAP terminó siendo tomada por colectivos de estudiantes, padres de familia y académicos que llegaron a primera hora de la mañana del miércoles y se reunieron en Casa Aguayo hablar con la Secretaria de Gobernación Ana Lucia Hill.
Miguel Barbosa, aprovechó la disputa legal entre miembros de la familia Jenkins de Landa para intervenir sus bienes y dar un golpe al rector con licencia Luis Ernesto Derbéz, así como a los actuales morenistas que mantienen la discordia con el Consorcio Universitario que reconoció el triunfo de Martha Erika Alonso candidata del PAN.

La reapertura de este plantel depende de una decisión judicial y de la voluntad política de nuestro gobierno, por lo que hemos tenido que llamar a una empresa de seguridad privada contratada por el ex senador perredista Armando Ríos Pitter. Este hombre es muy amigo de Miguel Barbosa y designado por el patronato proclive al gobierno. La falta de interés del Gobernador Barbosa, de Puebla como ciudad universitaria es sorprendente. Parece más interesado en ahuyentar la futura inversión privada y dejar a la ciudad sin los beneficios económicos que generan los 10.000 estudiantes que vienen de todo México a estudiar en nuestra prestigiosa institución cada año, ¡no sólo le importa poner en peligro su prestigio, sino también perjudicar a los poblanos económicamente!