La Fiscalía del Estado de México confirma que Íñigo Arenas Saiz, empresario fallecido en el bar Black Royce, fue suministrado con sustancias en sus bebidas por cuatro empleadas del establecimiento.
La Fiscalía General de Justicia (FGJ) del Estado de México ha confirmado que Íñigo Arenas Saiz, el empresario de 41 años que fue encontrado sin vida en el bar Black Royce, fue suministrado con sustancias en sus bebidas. Cuatro empleadas del establecimiento, identificadas como Aritzi Abril “N”, Ana Karen “N”, Cecilia “N” y Ana Karen “N N”, presuntamente suministraron estas sustancias al empresario, cuya composición está siendo investigada como parte de la teoría del caso.
Según las declaraciones obtenidas en sede ministerial, Íñigo Arenas estuvo acompañado por las cuatro mujeres en el bar Black Royce. Testigos relataron que las empleadas le suministraron las sustancias mientras ordenaban bebidas. Una de las mujeres alertó al encargado de seguridad sobre la condición de Arenas, describiéndolo como que «se siente mal y se puso morado». El personal del establecimiento le practicó maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) en un intento por ayudarlo.
El incidente ocurrió en el área VIP del bar, donde se expidieron botellas de alto valor al empresario. Además, durante la orden de cateo realizada en el bar, se encontraron indicios como pastillas, cocaína y recipientes para aplicación de gotas, así como equipo de grabación y documentos relacionados con la operación del lugar.
Este caso ha generado conmoción y se suma a las preocupaciones sobre la seguridad en establecimientos nocturnos. La detención de las cuatro empleadas del bar y otros involucrados, así como las pruebas recabadas, forman parte de la investigación en curso para esclarecer los hechos relacionados con el fallecimiento de Íñigo Arenas Saiz.