En Europa, una de cada ocho muertes se debe a la contaminación

Factores ambientales como la contaminación del aire y las olas de calor exacerbadas por el cambio climático contribuyen a alrededor del 13% de todas las muertes en Europa, dijo el martes la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA).

Un total de 630.000 muertes en los 27 países de la Unión Europea, más Reino Unido, se atribuyen a factores ambientales en 2012, el último año para el que hay datos disponibles, señaló la AEMA en un informe. «Estas muertes se pueden prevenir y se pueden reducir significativamente a través de los esfuerzos para mejorar la calidad del medio ambiente», agregó.

La contaminación del aire es el mayor riesgo de salud ambiental en Europa, contribuyendo a más de 400.000 muertes prematuras cada año. La exposición prolongada a contaminantes puede causar diabetes, enfermedades pulmonares y cáncer, y hay datos que sugieren que puede estar relacionada con mayores tasas de mortalidad entre los pacientes de COVID-19.

Los niveles de contaminación de Europa se desplomaron debido a los confinamientos para contener la pandemia de coronavirus, pero se prevé que la caída sea temporal y que la mayoría de los países de la UE no cumplan sus objetivos de reducir los contaminantes atmosféricos en la próxima década. La AEMA dijo que la pandemia de coronavirus ha puesto de relieve la conexión entre el medio ambiente y la salud humana, demostrando el aumento del riesgo de transmisión de enfermedades de los animales a los seres humanos como resultado de la degradación del medio ambiente y la producción de carne.

«El COVID-19 ha sido otra llamada de atención, haciéndonos muy conscientes de la relación entre nuestros ecosistemas y nuestra salud», dijo en un comunicado la responsable de salud de la UE, Stella Kyriakides. La Comisión Europea ha propuesto objetivos en la UE para que la agricultura sea más sostenible, protegiendo los hábitats naturales y frenando el uso de plaguicidas, aunque organizaciones de agricultores han advertido que esas metas podrían reducir el rendimiento de los cultivos.

La AEMA dijo que la calidad del agua potable es invariablemente alta en toda la UE, pero dio la alarma por la liberación de antibióticos a través de las plantas de tratamiento de aguas residuales, que pueden provocar la propagación de la resistencia a los antimicrobianos.