¿Te acuerdas cuando eras niño y te creías todo un Picasso porque tus dibujos lograban estar pegados en la puerta del refri? Cuando tu mundo estaba construido por 3 simples cajas de cartón o cuando la repostería más fina estaba hecha de lodo y algunas flores… Tu imaginación en ese momento no tenía límites.
Pero los tiempos cambian. Aunque a muchos millennials nos tocó vivir en donde le ponías un envase de “Frutsi” a la parte trasera de tu bici para que “sonara como una moto”, hoy parece que esos valores se han perdido (Uy! Esto sonó de señora).
Con la tecnología creciendo y consumiéndonos a todos, es cada vez más normal ver a niños de 3 años usando una tablet en lugar de estar aprendiendo a andar en bici. ¿Dónde quedaron los dibujos? ¿A dónde se fue la creatividad?
Aunque esto suena un poco desalentador, todavía tenemos esperanzas: The Monster Project es un gran ejemplo. Este colectivo, compuesto por miles de artistas alrededor del mundo, pretende sacarle jugo a la imaginación de los niños y, con esto, mostrarles el poder de su creatividad.
¿Te acuerdas cuando eras niño y te creías todo un Picasso porque tus dibujos lograban estar pegados en la puerta del refri? Cuando tu mundo estaba construido por 3 simples cajas de cartón o cuando la repostería más fina estaba hecha de lodo y algunas flores… Tu imaginación en ese momento no tenía límites.
Pero los tiempos cambian. Aunque a muchos millennials nos tocó vivir en donde le ponías un envase de “Frutsi” a la parte trasera de tu bici para que “sonara como una moto”, hoy parece que esos valores se han perdido.
Con la tecnología creciendo y consumiéndonos a todos, es cada vez más normal ver a niños de 3 años usando una tablet en lugar de estar aprendiendo a andar en bici. ¿Dónde quedaron los dibujos? ¿A dónde se fue la creatividad?
Aunque esto suena un poco desalentador, todavía tenemos esperanzas: The Monster Project es un gran ejemplo. Este colectivo, compuesto por miles de artistas alrededor del mundo, pretende sacarle jugo a la imaginación de los niños y, con esto, mostrarles el poder de su creatividad.
¿Cómo funciona? Los niños crean a sus personajes y los plasman en una hoja de papel y, del resto, se encargan los artistas.
A su estilo, cada ilustrador recrea los dibujos de los niños y los convierte en sorprendentes imágenes. Pa’ que te des un taco de ojo y no olvides lo que es dejar volar tu imaginación en una hoja de papel, te dejamos algunas de las obras más fregonas.