¡Adiós al mito! Un fascinante estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha dejado claro que llevar una dieta saludable no implica un mayor gasto que consumir alimentos ultraprocesados y carentes de valor nutricional. Encabezado por la destacada Patricia Clark, de la Unidad de Epidemiología Clínica del Hospital Infantil de México Federico Gómez-Facultad de Medicina UNAM, este análisis minucioso se enfocó en los hábitos alimenticios de 2,014 niños y adolescentes con edades entre 4.5 y 20 años.
Los resultados son contundentes: nutrirse adecuadamente con verduras, legumbres, frutas y proteínas de origen animal no representa un desembolso mayor que optar por alimentos ultraprocesados y altamente calóricos. Lo más sorprendente es que el costo promedio de las dietas saludables y no saludables apenas difiere, contradiciendo una creencia muy arraigada.
La preocupación por el impacto de llevar una dieta poco saludable se intensifica en México, donde el 35.6% de los niños y el 38.4% de los adolescentes padecen sobrepeso u obesidad, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut). La obesidad se vincula con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, ciertos tipos de cáncer y accidentes cerebrovasculares.
Los investigadores señalan que la adopción de una dieta basada en alimentos importados y provenientes de otras culturas, como hamburguesas y pizzas, ha llevado a una disminución en el consumo de platillos tradicionales mexicanos, cocinados con amor por las abuelitas. No obstante, recuperar las prácticas alimenticias de tiempos pasados podría ser la clave para alcanzar una dieta más saludable y accesible.
Este trascendental estudio ha sido nominado como el mejor artículo de nutrición en el Nutrients 2023 Best Paper Award. Los resultados finales se darán a conocer el 30 de agosto de 2023, y se espera que esta investigación desmitifique la noción de que comer de forma saludable es costoso. La educación y la concientización sobre las opciones económicas y nutritivas pueden marcar la diferencia en la salud y el bienestar de la población.
La UNAM subraya que una dieta saludable debe incluir frutas, verduras, legumbres y granos integrales, mientras se deben evitar los alimentos procesados o ultraprocesados, altos en sal, azúcar y grasas trans. La clave está en elegir sabiamente y educar a la población sobre las opciones disponibles, demostrando que comer sano puede ser una elección accesible para todos.
