La directora de Oxfam Novib, Farah Karimi, reconoce que la filial holandesa sabía del escándalo sexual que protagonizaron los empleados de la ONG en Haití, en medio del sufrimiento y el desastre que dejó el terremoto en 2010. Tras recibir el informe interno sobre la contratación de prostitutas en la isla, Novib descartó que hubiera algún holandés implicado y después todos mantuvieron silencio porque este asunto no iba con ellos. «Sabíamos que Oxfam en Reino Unido había hecho una investigación por un escándalo sexual en Haití. Oxfam Novib había aportado dinero a la organización allí, pero los responsables eran los británicos. Como queríamos asegurarnos de que no había ningún fraude con el dinero holandés, tras recibir el informe en mayo de 2012, ordenamos una auditoría externa de nuestros fondos», explicó Karimi.
Al no haber ningún holandés implicado en la contratación de prostitutas en Haití y puesto que el dinero de Oxfam en los Países Bajos no se había utilizado para fines dudosos, la organización en La Haya no dio los detalles a la prensa ni denunció el caso públicamente. Karimi explica que no se le permitió hacer pública la información porque era «un asunto británico», aunque asegura que el informe interno sí se compartió con el Ministerio de Exteriores y con el Tribunal de Cuentas en Holanda, mencionando «mala conducta sexual». La directora holandesa culpa a la filial en el Reino Unido por no haber aportado suficiente información de la magnitud del escándalo. «Especialmente ahora que vemos qué tipo de daño puede causarnos lo ocurrido», advirtió, en declaraciones a diferentes medios. Desde el pasado viernes, día en que salió a la luz este escándalo, más de 1.700 donantes holandeses retiraron el dinero que donan a la ONG solo en los Países Bajos. La noticia de que los empleados de Oxfam contrataron prostitutas locales después del devastador huracán de 2010, no sentó nada bien a los que aportan fondos a la ONG. «La donación no es solo el dinero que la gente quiere dar, sino también su confianza», lamentó la directora, tras conocerse la ascendente y gran pérdida de fondos que afectará las actividades y proyectos que esta organización tiene en marcha en diferentes países.