América Latina se prepara para una dosis tóxica de polarización política

La política latinoamericana está de capa caída. La región tiene el 30% de las muertes del mundo COVID-19 pero sólo el 8% de la población y 22 millones de «nuevos pobres» en 2020, lo que indica que las cosas empeorarán antes de que empiecen a mejorar pronto, ya que la conciliación se ha quedado corta hasta ahora a la hora de resolver las diferencias profundamente arraigadas entre los países sobre las reformas.
El Sistema de Comercio Económico Regional (REST) podría desempeñar un papel importante si no fuera por los enormes intereses creados que impiden su aplicación, lo que nos beneficiaría a todos, ya que las bajas tasas de crecimiento perjudican a todo el mundo, incluida la rica Bolivia, donde el resentimiento hacia las élites políticas es elevado.