La moneda mexicana, el peso, ha experimentado una semana turbulenta con una depreciación del 3.06% frente al dólar, marcando un retroceso no observado desde marzo. Esta caída ha encendido las alarmas y ha generado preocupación en el ámbito financiero. Aquí, analizaremos las tres razones detrás de este revés según un grupo financiero.
El dólar gana terreno
El dólar estadounidense ganó un sólido 1.02% durante la semana, según el índice ponderado, impulsado por la especulación de que la Reserva Federal (Fed) mantendrá sus tasas de interés elevadas, e incluso podría considerar aumentarlas. Esta especulación se respaldó con los comentarios de funcionarios de la Fed, quienes dieron señales de mantener una postura restrictiva, junto con la publicación de indicadores económicos positivos. El índice ISM del sector servicios alcanzó su nivel más alto desde febrero, y las solicitudes iniciales de apoyo por desempleo se redujeron a su mínimo desde febrero.
Aversión al riesgo global
El debilitamiento económico en China ha continuado, con una contracción del 8.8% en las exportaciones de agosto y una caída del 7.3% en las importaciones. Además, en la eurozona, se revisó a la baja el PIB del segundo trimestre, pasando del 0.3% trimestral al 0.1%. En los mercados de materias primas, se observaron pérdidas, especialmente en los metales industriales, debido al riesgo de una menor demanda global. Estos factores han contribuido a la aversión al riesgo y a la volatilidad en los mercados internacionales.
Reducción de coberturas cambiarias en México
Una medida importante que ha influido en la depreciación del peso mexicano es la reducción de las coberturas cambiarias en el país. Desde el anuncio realizado por la Comisión de Cambios a fines de agosto hasta la fecha, el peso ha acumulado una depreciación significativa del 5.11%. Aunque esta medida no fue el factor principal detrás del retroceso del peso, ciertamente contribuyó a su depreciación en un contexto de fortalecimiento del dólar estadounidense.
La semana ha sido adversa para el peso mexicano, con un retroceso no visto desde marzo. Múltiples factores, incluido el fortalecimiento del dólar, la aversión al riesgo global y la reducción de coberturas cambiarias en México, han convergido para generar esta situación preocupante en los mercados financieros. Los inversionistas estarán atentos a cómo evolucionan estos factores en las próximas semanas y su impacto en la moneda nacional.
