En los últimos tiempos, América Latina se ha consolidado como la región que registra mayor violencia en el mundo. Así lo refleja el último informe publicado este año por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal (Ccspjp) de México, en el que las primeras 10 ciudades —de un ranking de 50— son latinoamericanas.
La mala noticia es que la situación en estos últimos meses no varió. Países como Venezuela, Honduras, México y Brasil, entre otros, siguen presentando elevados índices de inseguridad y violencia.
El estudio fue elaborado con datos de 2016 sobre las tasas de homicidio cada 100 mil habitantes en cientos de ciudades del mundo. No obstante, el informe no incluyó a países que se encuentran en guerra.
«Con una tasa de 130,35 homicidios por cada 100 mil habitantes, Caracas fue la ciudad más violenta del mundo, al igual que en 2015, condición que confirma la grave crisis de crimen y delito que agobia a Venezuela, además de otros gravísimos problemas», señaló el Ccspjp.
Otro dato muy desalentador para Venezuela es que es el país que más ciudades presentó entre los primeros puestos del ranking. A la capital se le sumaron Maturín, Ciudad Guayana y Valencia.
Luisa Ortega Díaz, la ex fiscal general que se rebeló al régimen de Nicolás Maduro y debió exiliarse, alertó a principio de año sobre el preocupante incremento en las tasas de homicidios. La magistrada reveló que durante 2016 en Venezuela hubo 21.752 homicidios.
De ese total, 4.667 fueron a manos de efectivos policiales.
Y este 2017 no fue la excepción. Incluso durante cinco meses, entre abril y agosto, las fuerzas chavistas llevaron a cabo una brutal represión contra la población civil que día tras día salió a las calles masivamente para manifestarse contra la dictadura de Maduro.
Como saldo de la violencia del Gobierno, cientos de personas murieron y miles resultaron heridas.
En el caso de Venezuela, sumado a la grave crisis, hay que mencionar la participación de los colectivos chavistas, el grupo paramilitar que opera con total coordinación con las Fuerzas Armadas.
Pero esta preocupación se extiende por toda la región. México es otro país que sigue sin lograr detener la ola de violencia. Por eso no resulta extraño que en el informe del Consejo Ciudadano haya dos ciudades mexicanas entre las primeras diez. Se trata de Acapulco, que se ubica en el segundo lugar detrás de Caracas, con un índice de 113,24 homicidios. La otra es Ciudad Victoria —quinto lugar—, con 84,67.
Honduras es la otra nación que aporta más ciudades. Tercera está San Pedro Sula, con un registro de 112, 09 homicidios, y cuarta, Distrito Central, con 85,09.
«Existen en Honduras gravísimos índices de criminalidad e impunidad de violaciones de derechos humanos. El país presenta una de las tasas de homicidios más altas del mundo, a pesar de la reducción de estos delitos en los últimos años. Entre los más vulnerables a actos de violencia se incluyen periodistas, activistas campesinos, y lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero (LGBT)», señaló Human Rights Watch (HRW) en un informe presentado este año.
El país centroamericano vivió semanas convulsionadas durante el último mes de diciembre tras las polémicas elecciones presidenciales en las que fue reelecto el mandatario Juan Orlando Hernández. Los reclamos de fraude derivaron en saqueos, cortes de carreteras y barricadas. Protestas que fueron reprimidas por las fuerzas locales.
«El uso de la fuerza letal por miembros de la Policía Nacional constituye un problema crónico», alertaba HRW.
Los otros dos países que tienen ciudades entre las diez más peligrosas del mundo son El Salvador y Brasil. San Salvador, con 83,39 homicidios, está en el séptimo lugar del ranking, mientras que Natal figura en la décima posición, con un registro de 69,56.
En América Latina se concentra el 8% de la población mundial. Sin embargo, el 33% de las muertes violentas en el mundo tienen lugar en esta región, señala el informe.