«¿México Dejará de Importar Gasolinas en 2024? Un Objetivo Ambicioso y Desafiante»

La afirmación del presidente Andrés Manuel López Obrador de que México dejará de importar gasolinas en 2024 es un objetivo ambicioso, pero que enfrenta desafíos significativos en el corto plazo. Actualmente, la demanda interna de gasolinas y diésel en el país supera la producción de Petróleos Mexicanos (Pemex) en más del 50%, lo que hace que la meta de cubrir el 100% de las ventas internas con producción propia sea difícil de alcanzar en tan solo un año.

Según los datos más recientes de Pemex, de enero a julio de este año, México registró ventas internas de gasolinas y diésel por un promedio de 927.6 mil barriles diarios. Sin embargo, Pemex aún importaba alrededor del 58% de estos combustibles para satisfacer la demanda interna, importando 535.1 mil barriles diarios mientras que su producción propia se limitaba a 409 mil barriles al día.

Los expertos han señalado que esta meta a corto plazo enfrenta desafíos, ya que las refinerías de Pemex, aunque han aumentado la producción, aún están por debajo de su capacidad total y de la meta establecida por el Gobierno. Además, la refinería Olmeca en Dos Bocas, Tabasco, no alcanzará su máxima capacidad hasta 2026 según proyecciones de estudios de factibilidad, incluso del propio gobierno federal. Aunque se ha anunciado la producción en este complejo, las metas de producción han variado, lo que agrega incertidumbre al cumplimiento de esta ambiciosa meta.

En resumen, si bien el presidente López Obrador ha expresado su compromiso de que México deje de importar gasolinas en 2024, este objetivo se enfrenta a desafíos significativos debido a la brecha entre la demanda interna y la producción actual, así como a la capacidad limitada de las refinerías para cumplir con esta meta en el corto plazo. Su logro dependerá de avances sustanciales en la producción de combustibles y la capacidad de las instalaciones de Pemex para aumentar su rendimiento.