250 millones de personas padecieron inseguridad alimentaria en 2022, advierte la ONU

Este jueves, la coordinadora para la prevención y respuesta a hambrunas de la ONU, Reena Ghelani, presentó un preocupante panorama ante el Consejo de Seguridad: durante el año pasado, alrededor de 250 millones de personas sufrieron inseguridad alimentaria, una cifra que marca el nivel más alto de los últimos años.

Ghelani, quien asumió el cargo en noviembre pasado, enfatizó que la hambruna y la inseguridad alimentaria están estrechamente vinculadas con la existencia de conflictos armados. «El hambre y el conflicto se retroalimentan», advirtió, subrayando la urgente necesidad de abordar las causas fundamentales de estos problemas para aliviar el sufrimiento humano.

Resulta alarmante que en todos y cada uno de los siete países donde se registraron situaciones calificadas de hambruna el año pasado, existían conflictos armados o «niveles extremos de violencia». De estos países, cinco están actualmente en la agenda regular de los trabajos del Consejo de Seguridad: Afganistán, Haití, Somalia, Sur de Sudán y Yemen.

La inseguridad alimentaria es una crisis humanitaria que afecta a millones de personas en todo el mundo, poniendo en riesgo la vida y el bienestar de comunidades enteras. Es imperativo que la comunidad internacional tome medidas urgentes y efectivas para poner fin a los conflictos armados que exacerbaban esta problemática y contribuyen a su perpetuación.

La ONU y otros organismos internacionales han estado trabajando para abordar el tema de la inseguridad alimentaria y la hambruna, proporcionando asistencia humanitaria y buscando soluciones sostenibles para garantizar la disponibilidad y acceso a alimentos nutritivos para todos. Sin embargo, se necesita un esfuerzo conjunto y comprometido de todos los actores para lograr un impacto significativo y duradero en la erradicación del hambre y la promoción de la seguridad alimentaria en el mundo.