La salud del papa emérito Benedicto XVI ha empeorado debido a su edad y los médicos vigilan constantemente el estado del pontífice retirado de 95 años, informó el miércoles el Vaticano.
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, dijo que el papa Francisco, que momentos antes había pedido a los fieles que rezaran por Benedicto, fue a visitar a su predecesor al monasterio vaticano donde vive el pontífice retirado desde que se jubiló en febrero de 2013.
«La situación por el momento permanece bajo control, vigilada constantemente por los médicos», según el comunicado.
Al final de su habitual audiencia de los miércoles con el público en un auditorio del Vaticano, Francisco dejó de lado sus comentarios previamente preparados para decir que Benedicto estaba «muy enfermo» y pidió a los fieles que rezaran por él.
Después, el Papa Francisco pasó directamente de una audiencia con peregrinos reunidos en el aula Pablo VI -donde hizo un improvisado llamamiento a la oración- a ver a Benedicto en el monasterio Mater Ecclesiae, dentro de los muros del Estado de la Ciudad del Vaticano.