El pasado martes 30 de enero se realizó la entrega del Hospital General de Izúcar de Matamoros, en Puebla, que resultó afectado por el sismo del pasado 19 de septiembre. El acto fue presidido por Enrique Peña Nieto, quien aprovechó para dirigirse a los damnificados por este movimiento telúrico.
En su discurso, el mandatario habló sobre los monederos electrónicos destinados a los afectados, para la compra de materiales de construcción y bienes, a fin de recuperar los inmuebles que perdieron como consecuencia del terremoto.
Dichos monederos así como las tarjetas de débito, emitidos por Bansefi con recursos de Sedatu, han estado a discusión desde el pasado mes de noviembre, en que se detectó irregularidades no sólo en el proceso de entrega sino desde la emisión de los plásticos y, más grave aún, en los fondos que estos tenían con respecto a las cantidades que originalmente se había prometido a los afectados.
Sin tocar el tema de los hackeos ni duplicación de tarjetas, el mandatario eligió referirse a la entrega pendiente de muchos de estos monederos, la cual, aseguró, se había visto atrasada por imprecisiones en la captura de datos o por cambio de domicilio de los titulares de las tarjetas emitidas, quienes figuraban como propietarios de algún inmueble afectado.
A su decir, la entrega de estos recursos a las nueve entidades afectadas por los dos sismos del pasado mes de septiembre, implicó un «gran reto» para las brigadas de servidores públicos de los tres órdenes de gobierno, y requirieron primeramente un censo que determinara adónde y a quién debían destinarse los recursos y/o materiales para la reconstrucción.
En su discurso, Peña Nieto agradeció la labor de las más de 30 mil integrantes de la Red de Mujeres Voluntarias, encargadas de vigilar que las tarjetas con recursos realmente se utilizaran en reconstrucción y evitar su desvío pues, declaró «para el Gobierno de la República hubiera sido bien fácil concluir nuestra labor con entregar las tarjetas y decir ‘ya entregamos el recurso'» pero insistió en que no se han dejado solas a las comunidades, «no ha quedado solo en la entrega de tarjetas, sino realmente en asegurarnos que esa reconstrucción vaya caminando y vamos acelerando el paso».
Las declaraciones del Ejecutivo Federal llaman la atención en este aspecto, sobre todo si se considera la investigación emprendida por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y archivada en el expediente 122.11.12(001597)»2017″<6>, precisamente sobre la serie de irregularidades denunciadas por los beneficiarios del programa de apoyo a damnificados, que señala el desvío de recursos y la multiplicación de plásticos a nombre de una misma persona… los cuales en la mayoría de los casos no han sido entregados.
Esta investigación de la CNBV sobre las acciones de Bansefi daba por fecha límite el día de ayer, 2 de febrero, para que la institución bancaria respondiera a las observaciones hechas por la autoridad. Hasta el cierre de esta edición, Bansefi ya aceptó un total de 1,485 tarjetas multiplicadas y un tota de 68.8 millones de pesos en recursos desviados del Programa.
